sábado, 19 de febrero de 2011

FW: OBSOLESCENCIA PROGRAMADA - ( COMPRAR, TIRAR, COMPRAR )

Veanlo hasta el final. Es interesante su contenido.
 



 




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domingo, 6 de febrero de 2011

FW: Sesión Bicameral del 4-F ¡Muerte a los golpistas!


 

Sesión Bicameral del 4-F ¡Muerte a los golpistas!
Jueves, 03 de Febrero de 2011


Fue convocada de urgencia para aprobar, sin debatir, el decreto presidencial para suspender las garantías constitucionales y un acuerdo político que culpaba a los militares alzados de querer cometer magnicidio. El pueblo quedó representado en el Congreso por Aristóbulo Istúriz, quién se negó a otorgarle poderes a CAP para arremeter contra el pueblo

Por: Rayma Rondón

Aunque cada quien recuerda y conmemora los sucesos del 4 de febrero de 1992 a su manera y a la forma en que lo vivió o se lo contaron, vale la pena hurgar –como en un baúl de recuerdos– en aquel Congreso de la IV República que se apuró en aprobarle a Carlos Andrés Pérez un decreto para suspender las garantías constitucionales y un acuerdo en el que, sin prueba alguna, se acusaba a los golpistas de magnicidas.

Era la 1:04 de la tarde cuando se inició la Sesión Extraordinaria Bicameral del Congreso de la República de Venezuela convocado para considerar el Decreto Presidencial. Pese a que éste era el primer punto, se le dio prioridad al acuerdo político.

El diputado Henry Ramos Allup fue el encargado de presentar el acuerdo que convinieron todas las fracciones parlamentarias. En su primer considerando, el documento señalaba que en la madrugada un grupo de militares se levantó en armas en un intento de asesinar al presidente de la República, como parte de un plan para derrocar la democracia.

Además, relataba el derramamiento de sangre, la pérdida de vidas, los daños a instalaciones civiles y militares, y el estado de zozobra colectiva causado por la fallida intentona. A horas de los acontecimientos, con el documento aseguraba que los conjurados querían establecer un régimen dictatorial y cercenar la libertad imperante desde 1958. Calificaba los hechos como criminales y rechazados enfáticamente por las Fuerzas Armadas, los partidos políticos, las organizaciones sindicales y empresariales, la Iglesia, los medios de comunicación y la ciudadanía en general.

Con el acuerdo, se condenaban los hechos, se pedía la aplicación de la ley a los autores materiales e intelectuales, cómplices y encubridores. Se hacía reconocimiento a las FAN y al pueblo por defender la Constitución, se ratificaba la soberanía popular y se establecía que el acuerdo fuera enviado a todos los parlamentos de los países democráticos del mundo.

No hubo debate. Así lo pactaron las fracciones. Pero fue votado y aprobado por unanimidad. De inmediato, se pasó a considerar el decreto del presidente Carlos Andrés Pérez mediante el cual se suspendían, en todo el territorio nacional, las garantías contenidas en los artículos 60, en los ordinales 1, 2, 6 y 10; 62, 64, 66, 71, 92 y 115 de la Constitución, por supuesto la de 1961.

Este decreto también hacía referencia a un supuesto intento de magnicidio y a las intensiones de quebrantar es Estado de Derecho. Refería CAP en el decreto 2.086 que con la suspensión de las garantías se buscaba preservar el normal desenvolvimiento de la vida institucional del país.

El Congreso no quería debatir. Muchos no querían reconocer que el pueblo aplaudía el levantamiento de los militares. Nadie salió a la calle a defender la tan cuestionada democracia de Pérez. A esa hora aún se mantenían algunos focos insurreccionales, sobre todo en Maracay y Maracaibo. Ya en Caracas, un comandante sublevado de apellido Chávez había ordenado la deposición de las armas y había concluido que las metas no se habían alcanzado, pero "POR AHORA".

Y se expresaron

No obstante, el Congreso no pudo evitar que algunos se expresaran y se vio obligado a otorgar algunos derechos de palabra. Y comenzó el senador vitalicio, Rafael Caldera, cuestionando el decreto presidencial y el acuerdo político de las Cámaras.

"El propio decreto revela la gravedad de la situación que estamos viviendo… No estoy convencido de que el golpe, felizmente frustrado, hubiera tenido como propósito asesinar al presidente de la República. Yo creo que una afirmación de esa naturaleza no podría hacerse sino con plena prueba del propósito de los sublevados. (…). Afirmar que el propósito de la sublevación fue asesinar al presidente de la República es muy grave".

Criticó el decreto de suspensión de garantías advirtiendo que dichas facultades podían convertirse en fuentes de abusos, excesos y violaciones absolutamente injustificadas. Habló de la situación del país señalando que no encontraba en el sentimiento popular la misma reacción entusiasta, decidida y fervorosa por la defensa de la democracia que caracterizó la conducta del pueblo en todos los dolorosos incidentes que hubo que atravesar después del 23 de enero de 1958.

"Debemos reconocerlo, nos duele, profundamente, pero es la verdad: no hemos sentido en la clase popular, en el conjunto de venezolanos no políticos y hasta en los militantes de partidos políticos, ese fervor, esa reacción entusiasta, inmediata, decidida, abnegada, dispuesta a todo frente a la amenaza contra el orden constitucional".

Valga destacar otras palabras del ex presidente que retumban en las mentes de muchos venezolanos y que hicieron que parlamentarios de esa época, como Aristóbulo Istúriz, reaccionaran ante el engaño del que habían sido objeto.

Decía Caldera: "Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer y de impedir el alza exorbitante en los costos de subsistencia; cuando no ha sido capaz de poner un coto definitivo al morbo terrible de la corrupción, que a los ojos de todo el mundo está consumiendo todos los días la institucionalidad. Esta situación no se puede ocultar. El golpe militar es censurable y condenable de toda forma, pero sería ingenuo pensar que se trata solamente de una aventura de unos cuantos ambiciosos que por su cuenta se lanzaron precipitadamente y sin darse cuenta de aquello en que se estaban metiendo. Hay un entorno, hay un mar de fondo, hay una situación grave en el país y si esa situación no se enfrenta, el destino nos reserva muchas y muy graves preocupaciones".

Morales Bello sentencia a muerte a los golpistas

Como en la actualidad, algunos legisladores de la IV República tampoco pudieron ocultar su enajenación. El senador David Morales Bello fue uno de estos personajes que olvidó en qué siglo y en qué país se encontraba. La fuerza de las palabras del experto orador que lo antecedió lo hizo expulsar de su "pico de plata" una sentencia de muerte para los militares sublevados.

"No hemos sido convocados para venir a juzgar al Gobierno ni para emitir opinión con respecto a las políticas que se hayan estado aplicando en el país hasta la madrugada de hoy. Unánimemente convinimos en sostener después de lo tratado en la Comisión Bicameral ampliada de Mesa. El debate podemos darlo en cualquier momento después, pero ahora de lo que se trata es de condenar a los golpistas, de condenar el golpe, de hacerle saber al mundo que en el Congreso de Venezuela se produjo un repudio total para el uso de la fuerza, a objeto de deponer el Gobierno e implantar en nuestro país un régimen arbitrario".

Continuaba Morales Bello su discurso diciendo: "Vinimos para dejar muy claro que los golpistas no cuentan con aliento alguno, directa ni indirectamente, en los diputados y senadores que integran el Congreso. Y, por muy inteligente que se sea –esto iba contra Caldera–. y por mucho que se pronuncien las palabras con un bisturí, lo cierto es que se camina en el filo de la navaja cuando, frente a una intentona de golpe como la que estamos condenando, se hacen consideraciones que de alguna manera alguien pudiera interpretar como que buscan darle algún tipo de razón a quienes procedieron en la forma que estamos condenando".

Envalentonado por los aplausos, el senador proseguía así antes de enloquecer totalmente: "No podíamos, sin incurrir en gravísimas contradicciones, plantear a destiempo hechos y circunstancias políticas que desdibujaran la intención cierta y condenatoria del Congreso. Se condena en una sola palabra ¡mueran los golpistas! Y no faltaron los aplausos, muchos aplaudieron, larga y prolongadamente.

Las críticas y las defensas para Morales Bello no faltaron. El senador Hilarión Cardozo tomó la palabra: "No es, mi querido senador Morales Bello, fijarmos en lo que nos separa, sino en lo que coincidimos. Yo tampoco voy a caer en la interpretación inadecuada de sus palabras. Yo sé que cuando usted dice 'mueran los golpistas', usted no quiere decir, de ninguna manera, el que apliquemos la pena de muerte a los golpistas, sé que usted quiere decir con ese 'muera, ¡abajo! que no tengan respaldo', y yo lo acompaño en un gritar 'abajo los golpistas'".

Aristóbulo confiesa su error

"Creo –y tengo que confesarlo–, que caí en la trampa del consenso de la Comisión de Mesa porque comparto la intervención del doctor Caldera. Cuando hablaba el doctor Caldera les veía las caras a todos los jefes de fracción y me decía, ¿qué estará pensando cada uno? Yo que siempre digo que la clase política venezolana es una clase muy falsa, siempre lo digo, me sentí como burlado. Cuando hice el planteamiento en la comisión alrededor del proyecto de acuerdo señalaba que era necesario incluir algún considerando que tuviese que ver con las causas (de la insurrección), las motivaciones, fuera de las aspiraciones de quienes participan".

Así comenzó el diputado Aristóbulo Istúriz su derecho de palabra en aquella bicameral extraordinaria del 4 de febrero. Reconocía que había sido manipulado por los políticos de siempre para acallar las razones que motivaron la sublevación militar. Reflexionaba en Cámara manifestando su preocupación por los contactos telefónicos del pueblo con los programas de radio para dar a conocer su apoyo a los alzados en armas.

"…y eso es para preocupar a los demócratas, eso no es para que los demócratas lo oculten, el que en Valencia los estudiantes estén marchando y caminando al lado de los golpistas, eso es para que los demócratas reflexionemos. Mientras la gente no crea en el Poder Judicial y aquí todo el mundo tiene sobre el Poder Judicial las mismas dudas, porque todos hablamos de la necesidad de reforma del Poder Judicial; de este propio Congreso, donde debemos velar por la Constitución y hemos visto muchas veces aprobando cosas que vulneran la propia Constitución".

En ese sentido, Istúriz resaltaba la forma en que ese Congreso violó la Carta Magna cuando se privatizó la Cantv. "Hay muchas maneras de burlar la Constitución, algunos pueden burlarla con las armas, pero otros pueden hacerlo con los votos, cuando en una línea política ciega se atropellan los derechos constitucionales y eso es igualito a un golpe de Estado, idéntico. Y aquí a la Constitución le hemos dado muchos golpes de Estado, lo que pasa es que cuando es con armas preocupa más, cuando es por brazos levantados a ciegas, siguiendo la línea partidista o los compromisos con los distintos sectores económicos, evidentemente que también constituyen golpes de Estado, pero la gente los conoce menos".

Hacía mención de las posibles causas que habían generado el levantamiento militar. En ese sentido, señaló los terribles problemas que enfrentaban los venezolanos por la falta de agua potable, "…el problema del agua es un problema explosivo, el aumento del pasaje es un problema explosivo, el que no se aumenten los salarios es un problema explosivo".

Llamó la atención del "Caracazo" (27 de febrero de 1989). Precisó que al igual que la sublevación militar, este acontecimiento representa la expresión de descontento del pueblo. "Son dos maneras de cobrarle a la democracia la deuda social que esta democracia tiene con el pueblo. Una, el pueblo a la calle, desbocado, sin dirección; otra, un grupo de soldados venezolanos usando las armas. ¡Sí, son golpistas, y hay que condenarlos! Condenamos los hechos violentos porque concebimos una democracia sin violencia, pero para que la democracia no tenga violencia tiene que garantizar la justicia social y los derechos. Y aquí todo el mundo coincidió con el fiscal general de la República cuando dijo que aquí no se respetaban los derechos humanos".

Aristóbulo Istúriz también sacó el tema electoral. Puntualizó que la abstención en Venezuela alcanzaba el 80 por ciento. "Tenemos 80% de indiferentes. ¿Por qué es indiferente? A lo mejor para la clase política es más cómodo mientras más indiferentes existan porque entonces hay que decidir entre una minoría, pero en la medida que existan más indiferentes, en esa misma medida la gente asume menos responsabilidades, están menos compartidas las responsabilidades".

Durante su derecho de palabra, el diputado –militante de La Causa R para ese entonces– asomó su preocupación debido a que en este intento de golpe de Estado el pueblo ha respondido sin entusiasmo para defender la democracia. "Llegué a pensar que la gente se iba a lanzar a la calle. Recuerdo aquel 7 de septiembre, el vicealmirante Larrazábal se lanzó con la gente a la calle por la avenida Sucre. Bajaba la gente de los cerros como el 27 de febrero hacia los pilares de El Silencio y los alrededores de Miraflores. Cuando Castro León, el Magisterio llamó a todas las maestras y salieron; llamaban a los trabajadores y salían a defender".

El diputado advirtió que quería ver a los dirigentes políticos en la noche anterior, en la madrugada, llamando a la gente para que salieran a las calles a defender al Gobierno. "Quería ver cuánta gente salía. ¿Se ha preguntado eso? Creo que tienen que preguntárselo, creo que es bueno que nos lo preguntemos". Cuestionó que en esa sesión sólo se buscara condenar a los golpistas.

Criticaba también la suspensión de garantías señalando que el Gobierno no transmitía tranquilidad con un toque de queda desde las 10 de la noche hasta el mediodía. "El Gobierno debe comenzar por abrir las bodegas y los abastos. ¿Cómo vamos a convencer al pueblo? Si tiene que sacar la fuerza ¡sáquela!, pero garantice que la gente compre en las bodegas y abastos para que se pueda garantizar la normalidad. Garantice que puedan circular los vehículos y el transporte para que la gente se convenza de que hay normalidad, porque lo otro es una confusión. No hay normalidad cuando voy a la panadería y está cerrada, y el Metro cerrado".

A la democracia le hace falta más democracia

Fue quien más habló en la bicameral extraordinaria. Planteó sus puntos de vista sin apartarse del pueblo, de los insurrectos (también pueblo) o de las instituciones. Se retractó de haber votado el acuerdo político y no se permitió volver a cometer otro error. Sin haberlo conversado con su partido, se negó a votar el decreto que suspendía las garantías constitucionales.

"Soy maestro de escuela, tengo un profundo compromiso con el Magisterio venezolano, y represento a los maestros. Creo que con ese decreto se le puede aplicar un laudo arbitral y todas las amenazas que el Ministerio le ha lanzado a los maestros en el último conflicto. Por eso le planteo a la fracción que si La Causa R iba a votarlo, me sustituyan porque no puedo votar. Me destruiría moralmente si utilizan el decreto para destruir el conflicto del Magisterio. La democracia de Pérez es de consenso, no admite protestas, a los ancianos, los jubilados, los niños del INAM que están protestando, a los médicos y a los maestros quieren aplicarles un laudo arbitral por considerarlos disidentes. Si aplastan la disidencia están negando la democracia. De manera que a nuestra democracia lo que le hace falta es más democracia".

Vale la pena recordar otras intervenciones

Diputado Ricardo Gutiérrez, del Partido Comunista de Venezuela: "La gran lección que nos dejan estos acontecimientos es el ruego de todos los venezolanos para que el Gobierno desista en su empeño de aplicar políticas económicas neoliberales y fondomonetaristas; que el Presidente entienda que estos hechos que hoy no son aislados sino que nacen también del clamor de cambiar, de rectificar. Pero el Presidente no escucha ni a este Congreso. Por poner un ejemplo, hemos aprobado un exhorto dirigido al Presidente pidiéndole que congelara el aumento de los precios de la gasolina y de otros importantes combustibles. ¿Y qué pasó? El Presidente no escucha. Qué puede esperar él entonces de los ciudadanos simples y comunes. Que lancen sus protesta permanentemente. No escucha a los partidos políticos más importantes del país ni siquiera al propio partido de Gobierno".

Diputado José Rodríguez Iturbe: "…Por lo tanto, estimados colegas de La Causa R, si ustedes en algo reflexionaran, no es éste el momento del debate acerca de una democracia de consenso que genera complicidades acerca de si la Cantv, en su privatización, fue a la vez un golpe de Estado. No es este el momento de hacer malabarismos retóricos para comparar lo que no es equiparable. El golpe de Estado que se intentó dar anoche no es equiparable a la privatización de la Cantv. No lo es colega Istúriz, que por primera vez en 30 años el ruido de aviones militares en la mañana de hoy provocara de nuevo sensación de angustia en la ciudadanía y que la radio y la televisión tuvieran que informar que se trataba de fuerzas leales al régimen constituido, es algo que no debe repetirse".

Diputado Anselmo Natale: "Me parece que es innecesario que figurara entre los considerandos el pronunciamiento por parte del Ejecutivo y ahora del Congreso, en relación a que uno de los objetivos del golpe era el magnicidio. Si el objetivo era matar al presidente de la República o no, es una discusión de carácter jurídico, de carácter policial. Ya habrá la oportunidad de emitir un juicio definitivo. Quiero decirle a Morales Bello que esos supuestos magnicidas son muy mal entrenados, son magnicidas de segunda, tercera, cuarta o quinta categoría, porque a unos magnicidas bien entrenados no se le salva ni Bush. Como no se les salvó Kennedy. A cualquier grupo de magnicidas que se propongan asesinar al Presidente que sea, no se le salva nadie".

Diputado Gonzalo Pérez Hernández
: "Cuando el comandante Chávez decía por los medios de comunicación social que convocaba y conminaba, si se quiere, a quienes llamó sus compañeros, dijo algo que debemos tomar en consideración: "Que no se habían logrado los objetivos propuestos en Caracas, como sí lo lograron ustedes en el interior y que, por lo tanto, no valía la pena, 'por ahora', continuar con el propósito. Que había fracasado en la capital. Y uno se pregunta: ¿Qué estará pensando esa gente? ¿Qué estarán sintiendo?¿Qué se estarán proponiendo? ¿A todos los van a meter presos, desde el soldado raso hasta el jefe de comandantes? Este comandante Chávez, en una madrugada del año 1988, fue quien trasladó desde el Fuerte Tiuna un grupo de tanques y los puso frente a Miraflores, y el ministro Consalvi salió y sólo se sorprendió. No sabía qué pasaba y no tomaron las precauciones".

Diputado Reinaldo Cervini
: "El gobierno nacional actúa en una forma grave. Está marcando el derrotero del golpismo contra su propia existencia. Y conste que critico como el que más una asonada donde mueren venezolanos, pero no puedo olvidar que este Gobierno se caracteriza por una política sorda, soberbia, por una política impuesta desde el exterior donde el sector nacional no tiene interlocutores válidos, por una política fronteriza que es el hazmerreír internacional de contradicciones y dudas, por un endeudamiento inaudito donde hemos cambiado la vida constitucional por una baja de intereses y hemos cambiado la inmunidad jurisdiccional a base de intereses blandos y largos plazos. Hemos prostituido la Constitución para complacer al acreedor financiero internacional y en vez de ministros tenemos simples agentes cumplidores de órdenes del factor foráneo. Crece la corrupción en forma alarmante, aumenta la miseria y estamos rematando la soberanía nacional tanto por la vía constitucional como por la vía económica".

Diputado Pablo Medina: Y lo que resulta cada vez más irresistible para los venezolanos son los hechos públicos de la clase política. Lo dijo Aristóbulo Istúriz con relación a unos doscientos jubilados a quienes les cayeron a planazos, ahí frente a Miraflores. 200 jubilados, muchos de avanzada edad. ¿O es que acaso el 23 de Enero no celebró sus 34 años sin agua? En un momento en que se les niega el aumento a los jubilados el Parlamento se aumenta en 40 mil bolívares las dietas. ¿Eso no produce rabia en la población?¿Eso no produce angustia y malestar social? ¿Es que no hay razones para que el pueblo esté descontento con la clase política y se produzca ese 70 por ciento de rechazo a los partidos políticos? Creo que todos sabemos los porqué".

La Sesión Bicameral Extraordinaria se levantó a las 4:40 de la tarde.

Fuente consultada: Gaceta del Congreso, Tomo XXII-Volumen I / Ene-Dic.1992.
 


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